Aunque pontevedrés de nacimiento, la vida de José Luis García-López se desarrolla primero en Buenos Aires, donde llega con tan solo cinco años, y más tarde en los Estados Unidos, donde fijó su residencia en Nueva York desde 1974.
Primeros años de formación.
Sus primeras influencias fueron las de Joe Maneely (Black Knight), el gran Russ Heath (Little Annie Fanny), el bonaerense Enrique Vieytes (Duval y Gordon), o el cordobés Luis Domínguez (Jonah Hex). Con once años comienza a estudiar un curso de dibujo por correspondencia que su hermana le compró en Continental School. Tras comenzar a formarse, empezó a publicar a los trece con una historia de vaqueros, pero no por ello dejó de buscar el modo de mejorar sus conocimientos artísticos, ingresando a la temprana edad de dieciséis años en la Escuela Panamericana de Arte de Buenos Aires, de donde precisamente era director Vieytes. Allí recibió clases durante tres años de éste, Borisoff, De la Mota, Pereira, Novelle, o el enorme Alberto Breccia.
Carrera en Argentina.
Una historia de ciencia-ficción de 32 páginas para la revista Esquiú hizo que comenzara a trabajar en la Editorial Columba. Allí empezó con relatos cortos de tipo histórico y aventuras como El filibustero (1968) y La Guardia Suiza muere en Roma (1970), ambos escritos por Robin Wood, algunas adaptaciones de clásicos de la literatura como Los Tres Mosqueteros, e incluso adaptaciones de películas como La reina Cristina de Suecia. Hasta que en diciembre del 72 (enero del 73 según otros) empezó a dibujar los guiones de Héctor Germán Oesterheld (El Eternauta) para Roland el corsario en la revista Fantasía. Primero junto con David Mangiarotti y más tarde haciéndose cargo en solitario del apartado gráfico, completó los primeros 27 capítulos hasta su marcha definitiva a los Estados Unidos en 1974. En ese mismo año aún colabora con la Editorial Record en la revista Skorpio, con una historia llamada El pirata, justo antes de marcharse a Nueva York. A primeros de los ochenta, ya afincado en los USA, siguió colaborando con Columba en historias como El reloj de la eternidad, con guión de Leo Ventura.
Trabajos para Charlton Comics y Gold Key.

Comienzos en DC Comics.

Los gloriosos años ochenta.

Los noventa y el reconocimiento de la crítica.

El legado de García-López en el siglo XXI.
Desde el comienzo del nuevo siglo hasta la actualidad, José Luis García-López ha seguido produciendo en menor medida pero sentando cátedra en cada uno de los trabajos que ha acometido. Tras el Batman: Gotham Knights #10 (2000), se implicó en la esperada continuación de la primera miniserie de Deadman, con los llamados como números #5 y #6 en el año 2002. Más tarde, los seis números serían recopilados junto con las portadas que hizo para Deadman: Dead Again en un tomo editado aquí por Planeta DeAgostini en 2007. De 2003 data su participación en la miniserie de tres números que daba continuación (aunque contando hechos en paralelo) a Camino a la Perdición (llamada On the Road to Perdition) con guiones de Max Allan Collins. Tras algún número suelto en la regular de Hawkman, se encarga de otra miniserie en 2005, DC Special: The Return of Donna Troy con cuatro números escritos por Phil Jimenez y siendo entintado por George Pérez. Aquí fue editado por Planeta en un solo tomo un par de años más tarde. En 2006 dibuja un arco llamado The Hypothetical Woman (La Mujer Hipótesis) para la colección JLA: Clasificado, que ocupa seis números (del #16 al #21) con guiones de Gail Simone.

Roberto Corroto.