En 1992, se estrena Batman: The Animated Series, la insuperable serie de animación del Caballero Oscuro que marcará un antes y un después en la percepción del personaje como una de las mejores versiones de Batman jamás realizadas, que apenas admite crítica alguna. Pues bien, el arrollador éxito de la serie se tradujo también en una irrefrenable pasión por las figuras basadas en ella que la marca Kenner realizó. Niños y no tan niños vaciaban las jugueterías en busca de las mejores piezas de la línea.
En general, los distintos personajes se hallan representados con excelente fidelidad, y se percibe el esmero y dedicación puestos en la realización de los modelos, particularmente en los villanos. Las distintas versiones de Batman, con diferentes trajes y accesorios, se elaboran a partir de un mismo modelo que es pintado de diversas formas y al que en ocasiones se le añaden pequeños detalles. La variedad de versiones de Batman es tan abundante, que, si sumamos las distintas variantes del protagonista, la cantidad de figuras supera a la de todos los demás personajes juntos.
La primera serie de juguetes, de 1992, nos ofrecerá seis figuras que se sitúan entre las más míticas de toda la colección.
El puesto de honor se lo lleva sin duda el Combat Belt Batman, con la representación del traje original gris y negro del Hombre Murciélago y accesorios muy fieles a la iconografía habitual, con Batarang y Batarpón insertos en un cinturón de combate, con esposas incluidas. Esta pieza, muy codiciada y obligatoria para todos los fans, se convertirá en un mito al ser la única que muestra el traje de Batman tal y como es en realidad.
La otra versión de Batman presentada en la primera serie es el Turbojet Batman, realizado, como todas las demás variantes, a partir del mismo modelo que el Combat Belt. En esta ocasión se le añaden detalles en forma de arneses para resaltar la intención de crear un Batman para misiones aéreas y similares, y el modelo de traje será respetuoso con el original.
Los primeros villanos presentados fueron Enigma, Dos Caras y El Pingüino. Las excelentes figuras de Enigma y Dos Caras destacan por lo inspirado de sus accesorios. En el caso de Dos Caras, se presenta un extravagante lanzador de proyectiles con una ruleta que decidirá si se descarga o no la “munición”, en una original referencia a la moneda de la suerte del personaje. Y qué decir de El Pingüino, figura muy lograda y detallista que, por su escasez, el tiempo convertirá en la más buscada de toda la colección; alcanzando precios desorbitados en cualquier portal de subastas en que se pone a la venta.
En 1993, surgen nuevas líneas con más modelos diferentes de Batman, que, todavía lejos de las degeneraciones posteriores, conservan aún su originalidad y razón de ser. Podemos encontrar un Batman paracaidista con un paracaídas desplegable que funciona “de verdad”, una versión con un traje rojo que representa la visión por rayos infrarrojos, una representación estilo ninja con el shuriken típico o una versión de Batman con un inspirado y original ala delta desplegable.
Además, no podemos olvidar las representaciones de Bruce Wayne y Dick Grayson transformables en Batman y Robin, bastante olvidables debido a sus toscas armaduras.
Se ofrecen ya más villanos, como el imprescindible Joker, con su pistola de “gas” (agua en realidad, claro) y una delirante máscara antigás en forma de sonrisa, que no debemos colocarle si queremos apreciar lo acertado en la realización del rostro y la dentadura sonriente. Aparecen también las figuras de Manbat con alas extensibles, Catwoman, Espantapájaros con cuervo y guadaña incluidos, Mr. Freeze... Destacan las dos últimas por sus refinados detalles, como el casco de Mr. Freeze o el rostro de Espantapájaros, aunque todas mantienen un alto nivel de calidad. Encontramos también la extravagante figura de Clayface, hueca y llena de aire, cuyo estómago debe ser estrujado para lanzar un proyectil; en lo que se supone una referencia a la deformabilidad plástica del personaje. Posteriormente aparecen Killer Croc con su cocodrilo y Poison Ivy acompañada de una delirante planta carnívora.
En 1994, se decide que el título de la serie de animación se cambiará a Las Aventuras de Batman y Robin, en una maniobra comercial que pretende aprovechar el tirón que generará la próxima película de imagen real, Batman Forever, en la que aparece Robin. En su libro sobre la serie de animación, Paul Dini comenta que la compañía juguetera Kenner presionó para que Robin apareciera en un mayor número de episodios, con la pretensión de atraer a una audiencia más infantil, de manera que, presumiblemente, se venderían más juguetes.
Así pues, la mayor presencia de Robin se hace patente en la nueva línea, que se llamará Crime Squad, en referencia a la formación del nuevo equipo anticrimen. A partir de aquí, comienza la degeneración en las variantes de Batman, con la permanente inclusión de trajes de colores vistosos y chillones, muchos recordando espantosos uniformes militares. Se evidencia la falta de ideas en versiones que caen en el ridículo como “Torpedo Batman”, “Robot Batman”, “Tornado Batman” o “Batman pinzas de ataque”. Robin no sale mucho mejor parado, aunque cuenta con algunas versiones aceptables como Bola Trap Robin, con un interesante traje negro; o una variante con esquíes.
Debemos citar también la aparición de una pequeña línea dedicada a la película animada La Máscara del Fantasma, que incluirá nuevas versiones de Batman como una con un traje plateado similar al original. Encontraremos, por supuesto, el muñeco del villano El Fantasma, que nunca debería haberse adquirido antes de ver la película, pues desvela el secreto de la identidad del Fantasma al presentar una Andrea Beaumont vestida para la ocasión a la que colocaremos su máscara y capa. Además, se nos ofrecerá la primera variante de un villano realizada en la colección, con el Joker equipado con el cohete volador que usa en la película.
En 1995 y años posteriores, ya bajo el epígrafe Las Aventuras de Batman y Robin, seremos testigos de la proliferación de nuevas y olvidables versiones muy infantilizadas de Batman y Robin. Pero aparecen también las figuras de nuevos villanos que sí mantienen cierto nivel de calidad, como Harley Quinn, Bane o R´as Al Ghul. También se presentará la primera versión de Batgirl y variantes de villanos como Mr. Freeze o Enigma, aprovechando sus apariciones en las películas de imagen real.
Y si hasta ahora hemos hablado de figuras, no debemos olvidar el apartado de vehículos, con una ingente cantidad de modelos. Encontramos, por supuesto, lo exhibido en la serie de animación. El precioso y muy logrado Batmóvil incluye una nave voladora que se desprende de la cabina del piloto para “huidas rápidas”. La Batmoto cuenta con una figura de Batman ya aposentada a los mandos del vehículo, y permite realizar “caballitos”. El Batwing representa también con gran fidelidad lo mostrado en la serie, incluyendo un gancho que atrapa a los villanos. Es de reseñar la ausencia en la colección de la Batlancha, que se usaba en varios episodios de la serie. En su lugar, nos encontramos con un vehículo acuático muy simple llamado Hydro-Bat, sobre el que colocaremos a Batman tumbado.
Al igual que en el caso de las variantes de figuras de Batman, proliferan gran cantidad de variantes de vehículos que, creados específicamente para la línea, hacen gala de una extraordinaria originalidad. Uno de los primeros en aparecer es el Bat-signal Jet, una especie de cohete aéreo sobre el que colocaremos a Batman tumbado y que en su parte delantera incluye una linterna cuyo foco de luz proyecta la imagen de la Bat-señal. De la primera hornada de vehículos son también destacables la nave Hoverbat, con una estrafalaria pinza para atrapar villanos y el B.A.T.V. (Batman All Terrain Vehicle), con aspecto similar al de un tanque. Posteriormente aparecerá el Aerobat, un miniavión con un ingenioso mecanismo que permite que, tras la expulsión de Batman de la cabina, éste quede colgado de la parte delantera. También encontramos un vehículo deportivo para Bruce Wayne y el Crime Stalker, un sencillo vehículo terrestre.
Ya dentro de la línea Crime Squad, se evidencia una degeneración similar a la sufrida por las figuras con el Triple Attack Jet, pintado con unos horrendos e inapropiados colores de camuflaje militar. Más aceptable resulta el Ice Hammer, una especie de tanque de color blanco para actuar en terrenos nevados, que se supone que se usará especialmente en combatir a Mr. Freeze.
En un principio, Robin disponía de un vehículo propio, el Robin Dragster, pintado en verde y rojo y con enormes ruedas con la capacidad de acercarse o separarse del resto del chasis, aumentando la altura del vehículo. Sin embargo, un pequeño incendio en un almacén de la compañía Kenner provocó la quema de los moldes del modelo para ese vehículo, de modo que quedaron muy pocos ejemplares disponibles para la venta. Esto lo convierte sin duda en la pieza más difícil de encontrar de toda la colección, de modo que su cotización en las webs de subastas en internet es altísima.
Otro personaje al que se dedicó un vehículo fue el Joker, con su genial Jokermobile. Se trata de un colorista automóvil en el cual podemos desplazar hacia atrás el chasis, revelando así en la parte delantera la efigie del Joker, cuya sonrisa puede ser lanzada en forma de proyectil.
En 1997, la serie de animación cambia su estilo de dibujo por uno más estilizado y con mayor economía de líneas si cabe. Se lanzará pues una nueva línea de figuras cuyo atractivo ya no es el mismo al tratarse de versiones claramente infantilizadas, pues incluyen ridículos accesorios como lupas y espejos para resolver juegos infantiles propuestos en el reverso de las cajas. Se realizan nuevos modelos acordes a la nueva imagen de la serie. Podremos ver a Batman y Joker en un nuevo estilo, a un Robin con el nombre de Tim Drake representado como un niño y a Nightwing, que aparece ahora en la serie de animación al haber asumido ya Dick Grayson esta identidad. Es destacable también la aparición de las figuras de El Creeper, que aparece en los nuevos episodios, y del Sombrero Loco, villano no representado en anteriores colecciones y que se ofrece ahora en su versión original y no en la de la nueva imagen.
A lo largo de los años, todos estos juguetes alimentaron la afición por Batman de miles de niños que, como yo, pueden ahora disfrutar con pasión de las nuevas versiones del personaje en los diversos medios audiovisuales. La extraordinaria calidad de la mayoría de figuras y vehículos los ha situado como artículos muy apreciados y buscados por los fans, y la posible nostalgia añadida los convierte en algo más que simples muñecos. Raro es el fan que no tiene en su casa alguno.
Por Jorge Gonzalez Román