Todo empieza en la secuencia final de ‘Batman begins’. En la azotea de la Comisaría de Gotham, Gordon advierte a Batman sobre los efectos que puede provocar la aparición de un superhéroe enmascarado en la ciudad. “Insinuamos la amenaza de una escalada, en el sentido de que al perseguir a los cárteles del crimen de la ciudad y atacando sus intereses, Batman podía provocar una respuesta aún mayor por parte de la comunidad de criminales”, explica Christopher Nolan, director de las dos películas.
Exactamente eso es lo que ofrece ‘El Caballero Oscuro’, una continuación natural de ‘Batman Begins’, pero que eleva todo lo visto en la primera entrega a un nivel mucho más oscuro, dramático y violento. Básicamente, el Batman de ‘El Caballero Oscuro’ es el mismo de la primera película. Las mismas motivaciones, los mismos aliados, los mismos objetivos. Pero las dudas son nuevas. Ahora se trata de determinar dónde están los límites de Batman, físicos, personales y éticos. ¿Puede un solo héroe salvar a Gotham del desastre? ¿Pueden Batman y Bruce Wayne coexistir y alcanzar sus objetivos contrapuestos? ¿Puede Batman colocarse por encima de todo y de todos para que su cruzada sea un éxito? La tragedia que muestra la película ofrece una única respuesta: Batman debe actuar en solitario porque nadie más puede hacer lo que él hace. “Cuando la historia se complica no siempre es fácil darse cuenta de qué debe hacer un héroe, qué es lo correcto, cuál es la línea que no puedes cruzar siendo un vigilante”, explica el director. Con respecto a la primera película, Nolan cree que “el personaje ha madurado”. “En la película se aprecia que Batman y Bruce Wayne están más desarrollados, ahora es un personaje más completo, tiene más confianza y está más relajado con lo que hace que al principio de la historia”,añade.
Christian Bale dio tanto a Batman como a Bruce Wayne el tono necesario en la primera entrega. Su regreso, y no sólo por el contrato por tres películas que tiene, era másque lógico. El actor ve una evolución en la moral del personaje. “Batman tiene que mantener la disciplina y un sentido del orden porque se siente tentado por el caos y la violencia, debido a ese lado oscuro que nació con la muerte de sus padres, que nació con una necesidad de venganza”, afirma.
El Joker será el elemento que le haga plantearse si debe quebrantar la única norma inquebrantable que se da este héroe, la de no matar.
Christian Bale dio tanto a Batman como a Bruce Wayne el tono necesario en la primera entrega. Su regreso, y no sólo por el contrato por tres películas que tiene, era másque lógico. El actor ve una evolución en la moral del personaje. “Batman tiene que mantener la disciplina y un sentido del orden porque se siente tentado por el caos y la violencia, debido a ese lado oscuro que nació con la muerte de sus padres, que nació con una necesidad de venganza”, afirma.
El Joker será el elemento que le haga plantearse si debe quebrantar la única norma inquebrantable que se da este héroe, la de no matar.
La evolución temática de la saga ideada por Nolan viene marcada por los villanos escogidos para cada ocasión. En la primera película quiso explicar los inicios del héroe y hacía falta un mentor, Ra’s Al Ghul. Pero también sus miedos y por eso era necesaria la participación del Espantapájaros.
El tema central de la segunda película es el caos. ¿Y qué personaje es capaz de escenificarlo mejor que el Joker? Nolan sabía que al escoger al Joker, su segunda película sobre Batman debía tener un tono mucho más oscuro. Aunque se prescinde de ella para el argumento final de ‘El Caballero Oscuro’, esa última escena de ‘Batman begins’ también dejaba claro quién sería el enemigo de la secuela. Ya habíamos visto su carta de presentación. Ahora había que ponerle rostro al personaje. Cuando se confirma que el Joker será el villano de la película, medio Hollywood comienza a rifarse el papel. Actores de todas las edades y condiciones aparecen asociados al personaje. Desde Sean Penn a Robin Williams (quien también optó años antes a hacer el Acertijo de ‘Batman Forever’), pasando por Johnny Depp, Hugo Weaving o Paul Bettanny. Lo que sí estaba claro es que Nolan quería configurar un personaje que encajara en el universo realista que había creado. En otras palabras, nada de un nuevo Jack Nicholson, que fue el Joker perfecto para la Gotham fantástica de Tim Burton pero que chirriaría en esta nueva saga. Y el elegido, Heath Ledger, suscitó polémica. No tanta como aquella airada protesta de finales de los 80, cuando Warner recibió miles de cartas de fans molestos tras elegir Tim Burton a Michael Keaton para dar vida a Batman, desde luego, pero lo que estaba claro es que el actor australiano no encajaba con las ideas preconcebidas que el aficionado tenía para el Joker.
Nolan pidió tranquilidad, convencido de que Ledger triunfaría. Le escogió, dijo entonces, porque Ledger “es un actor que no tiene miedo”. Ledger se encerró durante un mes en una habitación de hotel, buscando en solitario la forma de dar vida al Joker, y escribió un diario como si lo estuviera escribiendo su personaje. “La semana pasada dormí probablemente una media de dos horas por noche. No puedo dejar de pensar. Mi cuerpo está exhausto, pero mi mente no deja de pensar”, declaró Ledger durante el rodaje a un periódico norteamericano.
El actor se sumergió tan profundamente en la psicología del villano más clásico del universo de Batman, que hay quien piensa que eso le pasó factura en la vida real.
Ledger murió el pasado 22 de enero, sin llegar a ver en pantalla su última película, por una ingesta masiva de fármacos. Todo el mundo eludió hablar de suicidio y el caso quedó como un accidente. Pero, al ver la película, uno se pregunta cuánto puede afectar a un actor meterse en la piel del Joker.
Ledger borda su papel, convierte al Joker en un terrorista psicopático, en esa fuerza del caos que necesita Nolan para darle a su película una fuerza dramática muy pocas veces vista en el género de superhéroes.
“Deseábamos crear un villano que, por muy pintoresco y escandaloso que sea, surja de un lugar de la realidad”, afirma Nolan. “Lo que hizo Heath no se puede describir. Se puso en la piel del Joker de una manera que fue mucho más allá de lo que yo imaginaba”, añade. ¿Un ejemplo? El cínico aplauso a Gordon cuando el alcalde anuncia su ascenso a comisario fue una improvisación del actor que no figuraba en el guión. Aunque es obligada la visión de la película en versión original para apreciar los detalles de su voz, lo cierto es que algo ha quedado en la versión doblada. La risa que se oye al margen de los diálogos es la de Heath Ledger.
El tema central de la segunda película es el caos. ¿Y qué personaje es capaz de escenificarlo mejor que el Joker? Nolan sabía que al escoger al Joker, su segunda película sobre Batman debía tener un tono mucho más oscuro. Aunque se prescinde de ella para el argumento final de ‘El Caballero Oscuro’, esa última escena de ‘Batman begins’ también dejaba claro quién sería el enemigo de la secuela. Ya habíamos visto su carta de presentación. Ahora había que ponerle rostro al personaje. Cuando se confirma que el Joker será el villano de la película, medio Hollywood comienza a rifarse el papel. Actores de todas las edades y condiciones aparecen asociados al personaje. Desde Sean Penn a Robin Williams (quien también optó años antes a hacer el Acertijo de ‘Batman Forever’), pasando por Johnny Depp, Hugo Weaving o Paul Bettanny. Lo que sí estaba claro es que Nolan quería configurar un personaje que encajara en el universo realista que había creado. En otras palabras, nada de un nuevo Jack Nicholson, que fue el Joker perfecto para la Gotham fantástica de Tim Burton pero que chirriaría en esta nueva saga. Y el elegido, Heath Ledger, suscitó polémica. No tanta como aquella airada protesta de finales de los 80, cuando Warner recibió miles de cartas de fans molestos tras elegir Tim Burton a Michael Keaton para dar vida a Batman, desde luego, pero lo que estaba claro es que el actor australiano no encajaba con las ideas preconcebidas que el aficionado tenía para el Joker.
Nolan pidió tranquilidad, convencido de que Ledger triunfaría. Le escogió, dijo entonces, porque Ledger “es un actor que no tiene miedo”. Ledger se encerró durante un mes en una habitación de hotel, buscando en solitario la forma de dar vida al Joker, y escribió un diario como si lo estuviera escribiendo su personaje. “La semana pasada dormí probablemente una media de dos horas por noche. No puedo dejar de pensar. Mi cuerpo está exhausto, pero mi mente no deja de pensar”, declaró Ledger durante el rodaje a un periódico norteamericano.
El actor se sumergió tan profundamente en la psicología del villano más clásico del universo de Batman, que hay quien piensa que eso le pasó factura en la vida real.
Ledger murió el pasado 22 de enero, sin llegar a ver en pantalla su última película, por una ingesta masiva de fármacos. Todo el mundo eludió hablar de suicidio y el caso quedó como un accidente. Pero, al ver la película, uno se pregunta cuánto puede afectar a un actor meterse en la piel del Joker.
Ledger borda su papel, convierte al Joker en un terrorista psicopático, en esa fuerza del caos que necesita Nolan para darle a su película una fuerza dramática muy pocas veces vista en el género de superhéroes.
“Deseábamos crear un villano que, por muy pintoresco y escandaloso que sea, surja de un lugar de la realidad”, afirma Nolan. “Lo que hizo Heath no se puede describir. Se puso en la piel del Joker de una manera que fue mucho más allá de lo que yo imaginaba”, añade. ¿Un ejemplo? El cínico aplauso a Gordon cuando el alcalde anuncia su ascenso a comisario fue una improvisación del actor que no figuraba en el guión. Aunque es obligada la visión de la película en versión original para apreciar los detalles de su voz, lo cierto es que algo ha quedado en la versión doblada. La risa que se oye al margen de los diálogos es la de Heath Ledger.
El otro gran fichaje para esta película es el de Aaron Eckhart, que da vida a Harvey Dent y al final de la película también a Dos Caras. Pocos aficionados al cómic dejarán pasar la trágica afirmación del personaje, medido el filme, al decir que “o mueres siendo un héroe o vives lo suficiente para convertirte en el villano”. Eckhart cree que la clave del personaje está en la rabia y el resentimiento que va acumulando a lo largo de la película y ve en la sensación de haberlo perdido todo el catalizador necesario para que Dos Caras nazca. Antes de llegar a ese punto, Harvey es el ‘caballero blanco’ de Gotham, el hombre que puede salvar la ciudad. Y esa parte también la borda Eckhart. “Esta película ayuda a entender que los ciudadanos están haciendo lo que pueden, como deberíamos hacer en nuestras vidas, para el mundo salga de la oscuridad”, explica.
Aunque el papel pudo haber caído en manos de Hugh Jackman, Liev Schreiber o Jake Gyllenhaal (un rumor poco creíble si su hermana Maggie iba a dar vida a Rachael Dawes), Nolan se mostró encantado con Eckhart porque encarnaba “ese encanto genuinamente americano” y, a la vez, “tenía que sugerir un trasfondo de rabia y oscuridad”. “No se puede presentar a un personaje como éste simplemente como a una figura sin defectos, sin un lado oscuro”, sentencia el director, demostrando que entendió perfectamente a Dos Caras. Muchos pensaron que ésta sería la película del Joker y que Dos Caras sólo sería introducido para jugar un papel mayor en una nueva secuela.
Ese error tan difundido por Internet antes del estreno demuestra que el secretismo del rodaje, esta vez sí, funcionó a la perfección. Sólo hubo un integrante del reparto original que no quiso aparecer en la secuela. Katie Holmes, la más criticada del cásting original tanto por la crítica como por los aficionados (que, en realidad, vieron en su personaje un pálido reflejo del ausente Harvey Dent), achacó a problemas de agenda su decisión de no retomar el papel de la ayudante del fiscal Rachael Dawes. Maggie Gyllenhaal tuvo sus dudas a la hora de aceptar un papel en una franquicia tan popular como la de Batman por los efectos que pudiera tener en su vida privada. Por ello, sólo le puso una condición a Nolan para sustituir a la esposa de Tom Cruise, que su Rachael fuera “una nueva mujer”. “Tenía que sentirme libre. Por mucho que admire a Katie Holmes, no le habría hecho un favor a nadie imitando su trabajo”, explica.
Pocos dudan que el papel ha mejorado con el cambio de actriz. Cuando encaró ‘Batman begins’, Nolan empleó una de las fórmulas que mejor había funcionado en el subgénero cinematográfico de cómic de superhéroes: formar un reparto sólido con grandes actores como secundarios.
Fue Richard Donner en el primer ‘Superman’ quien estableció esas coordenadas y Nolan las siguió a la perfección, lo hizo en la primera película y también lo hace ahora en ‘El Caballero Oscuro’. Gary Oldman hizo de Gordon un calco del dibujo de David Mazzuchelli para ‘Año Uno’. En ‘El Caballero Oscuro’ refuerza aún más esa magnífica sensación y da una solidez maravillosa a su interpretación. Su regreso de entre los muertos, su cara al explicarle a su mujer, sin que le salgan las palabras, que esa estratagema era necesaria, es antológico.
Michael Caine, como en la anterior entrega, consigue dar a Alfred la profundidad y la ironía necesarias. Morgan Freeman no tenía muchas referencias en el cómic para dar vida a Lucius Fox, puesto que no es un personaje demasiado desarrollado en las viñetas más modernas (sí tuvo una gran presencia en las historias de los años 70), pero está espléndido como voz de la conciencia de Batman. ‘El Caballero Oscuro’ proporciona otro regreso, el del Espantapájaros, que aparece en la segunda escena de la película.
No es más que un guiño y una buena forma de poner punto final a la historia del primer filme, pero siempre es agradable ver a
personajes tan reconocibles del universo de Batman. En ese sentido, hay que decir que la policía hispana que trabaja con Gordon no es
Renee Montoya, popularizada en los años 90 ntanto en los cómics como en la serie de animación. El giro dramático que adquiere el
personaje obliga a que el nombre sea distinto, pero seguro que muchos aficionados pensaron que podría haber sido Montoya.
‘El Caballero Oscuro’ es una película violenta. Negarlo sería estúpido, como también lo hubiera sido edulcorar su acción. Quizá la referencia para entender lo que significa esta saga cinematográfica de Batman haya que buscarla en una frase que pronunció Michael Caine cuando conoció a Christopher Nolan, antes de rodar la primera entrega: “Superman significa cómo se ve América a sí misma y Batman cómo la ve el resto del mundo”. Y, en el momento histórico en el que nos encontramos, eso supone una Gotham violenta, decadente, dura y violenta.
No es una violencia gratuita, pero sí hay elementos que hacen de este filme algo poco apropiado para niños, a pesar de que el marketing también se centra en los más pequeños.
“Definitivamente, yo no llevaría a un crío de cinco años, esperaría un tiempo para que la viera”, admitía Nolan ya durante el rodaje, sin ver el montaje final. Y es que el sadismo de las acciones del Joker o la crueldad de Dos Caras hacen que no sea una película apropiada para las mentes más jóvenes. ¿Cómo explicar a un niño lo salvaje que es introducir una bomba en el pecho de un hombre o que un criminal quiera hacer pagar
a alguien sus pecados asesinando a su hijo? Aún así, en España estamos acostumbrados a ver niños en las películas más duras y los padres no terminan de entender que la presencia de un personaje de cómic o de fantasía no implica que sea una película apta para todos los públicos.
Aunque el papel pudo haber caído en manos de Hugh Jackman, Liev Schreiber o Jake Gyllenhaal (un rumor poco creíble si su hermana Maggie iba a dar vida a Rachael Dawes), Nolan se mostró encantado con Eckhart porque encarnaba “ese encanto genuinamente americano” y, a la vez, “tenía que sugerir un trasfondo de rabia y oscuridad”. “No se puede presentar a un personaje como éste simplemente como a una figura sin defectos, sin un lado oscuro”, sentencia el director, demostrando que entendió perfectamente a Dos Caras. Muchos pensaron que ésta sería la película del Joker y que Dos Caras sólo sería introducido para jugar un papel mayor en una nueva secuela.
Ese error tan difundido por Internet antes del estreno demuestra que el secretismo del rodaje, esta vez sí, funcionó a la perfección. Sólo hubo un integrante del reparto original que no quiso aparecer en la secuela. Katie Holmes, la más criticada del cásting original tanto por la crítica como por los aficionados (que, en realidad, vieron en su personaje un pálido reflejo del ausente Harvey Dent), achacó a problemas de agenda su decisión de no retomar el papel de la ayudante del fiscal Rachael Dawes. Maggie Gyllenhaal tuvo sus dudas a la hora de aceptar un papel en una franquicia tan popular como la de Batman por los efectos que pudiera tener en su vida privada. Por ello, sólo le puso una condición a Nolan para sustituir a la esposa de Tom Cruise, que su Rachael fuera “una nueva mujer”. “Tenía que sentirme libre. Por mucho que admire a Katie Holmes, no le habría hecho un favor a nadie imitando su trabajo”, explica.
Pocos dudan que el papel ha mejorado con el cambio de actriz. Cuando encaró ‘Batman begins’, Nolan empleó una de las fórmulas que mejor había funcionado en el subgénero cinematográfico de cómic de superhéroes: formar un reparto sólido con grandes actores como secundarios.
Fue Richard Donner en el primer ‘Superman’ quien estableció esas coordenadas y Nolan las siguió a la perfección, lo hizo en la primera película y también lo hace ahora en ‘El Caballero Oscuro’. Gary Oldman hizo de Gordon un calco del dibujo de David Mazzuchelli para ‘Año Uno’. En ‘El Caballero Oscuro’ refuerza aún más esa magnífica sensación y da una solidez maravillosa a su interpretación. Su regreso de entre los muertos, su cara al explicarle a su mujer, sin que le salgan las palabras, que esa estratagema era necesaria, es antológico.
Michael Caine, como en la anterior entrega, consigue dar a Alfred la profundidad y la ironía necesarias. Morgan Freeman no tenía muchas referencias en el cómic para dar vida a Lucius Fox, puesto que no es un personaje demasiado desarrollado en las viñetas más modernas (sí tuvo una gran presencia en las historias de los años 70), pero está espléndido como voz de la conciencia de Batman. ‘El Caballero Oscuro’ proporciona otro regreso, el del Espantapájaros, que aparece en la segunda escena de la película.
No es más que un guiño y una buena forma de poner punto final a la historia del primer filme, pero siempre es agradable ver a
personajes tan reconocibles del universo de Batman. En ese sentido, hay que decir que la policía hispana que trabaja con Gordon no es
Renee Montoya, popularizada en los años 90 ntanto en los cómics como en la serie de animación. El giro dramático que adquiere el
personaje obliga a que el nombre sea distinto, pero seguro que muchos aficionados pensaron que podría haber sido Montoya.
‘El Caballero Oscuro’ es una película violenta. Negarlo sería estúpido, como también lo hubiera sido edulcorar su acción. Quizá la referencia para entender lo que significa esta saga cinematográfica de Batman haya que buscarla en una frase que pronunció Michael Caine cuando conoció a Christopher Nolan, antes de rodar la primera entrega: “Superman significa cómo se ve América a sí misma y Batman cómo la ve el resto del mundo”. Y, en el momento histórico en el que nos encontramos, eso supone una Gotham violenta, decadente, dura y violenta.
No es una violencia gratuita, pero sí hay elementos que hacen de este filme algo poco apropiado para niños, a pesar de que el marketing también se centra en los más pequeños.
“Definitivamente, yo no llevaría a un crío de cinco años, esperaría un tiempo para que la viera”, admitía Nolan ya durante el rodaje, sin ver el montaje final. Y es que el sadismo de las acciones del Joker o la crueldad de Dos Caras hacen que no sea una película apropiada para las mentes más jóvenes. ¿Cómo explicar a un niño lo salvaje que es introducir una bomba en el pecho de un hombre o que un criminal quiera hacer pagar
a alguien sus pecados asesinando a su hijo? Aún así, en España estamos acostumbrados a ver niños en las películas más duras y los padres no terminan de entender que la presencia de un personaje de cómic o de fantasía no implica que sea una película apta para todos los públicos.
Además del exquisito y necesario uso de la violencia en este mundo perverso que ha creado Christopher Nolan, otro de los secretos del éxito de sus películas sobre Batman es el absoluto respeto al espíritu del cómic, hasta el punto de que no es exagerado decir que es la mejor adaptación de cómic que ha llegado a la gran pantalla. Nolan hace buen cine capaz de llegar a todas las audiencias (y, de hecho, muy apreciado por los no aficionados al cómic), pero es fiel a lo que esperan los buenos seguidores del noveno arte.
Y es que se nota que el cómic ha sido la principal influencia de guionistas y cineastas, Nolan el primero. ‘Batman begins’ tenía un claro paralelismo con ‘Año Uno’, la saga en la que Frank Miller redefinió en los años 80 el origen del personaje. La correspondencia de ‘El Caballero Oscuro’ es algo menos evidente, aunque bien podría ser ‘El largo Halloween’. La complejidad de esa novela gráfica implica a un mayor número de personajes, pero parte de la estructura básica de la historia en las viñetas está presente en la película. ‘El largo Halloween’ y ‘El Caballero Oscuro’ presentan la unión de Batman, Jim Gordon y Harvey Dent para llevar ante la Justicia a los líderes de la mafia de Gotham. En la novela gráfica, una de las artimañas que utilizan es falsear la muerte de Dent. En la película, en cambio, es Gordon quien pasa por ese trance. El descenso a los infiernos de Dent está presente en ambas historias. También su transformación en Dos Caras, aunque la película juega con el origen en el cómic y deja que Dent salga victorioso de la vista en la que el aficionado más clásiconespera que nazca Dos Caras. La novela gráfica finaliza con una frase que Nolan utiliza en la
película, “Yo creo en Harvey Dent”, aunque el significado en ambos guiones es bien distinto.
De la historia originaria del Joker, publicada en el ya muy lejano de 1940, en el número 1 de la colección de Batman, Nolan ha tomado prestados muchos elementos. Tanto en la película como en ese cómic, el villano anuncia sus crímenes públicamente antes de cometerlos, se disfraza de policía para cometer una de sus fechorías (en la película para matar al alcalde, en el cómic a un juez) y emprende una alocada carrera de asesinatos sin necesidad de sacar beneficio propio. Incluso el final de ambas historias tiene similitudes. El Joker cae al vacío (en el cómic a causa de un puñetazo de Robin, personaje que, por cierto, Christian Bale no quiere ver ni en pintura en estas adaptaciones cinematográficas), pero Batman le salva de una muerte segura.
Y es que se nota que el cómic ha sido la principal influencia de guionistas y cineastas, Nolan el primero. ‘Batman begins’ tenía un claro paralelismo con ‘Año Uno’, la saga en la que Frank Miller redefinió en los años 80 el origen del personaje. La correspondencia de ‘El Caballero Oscuro’ es algo menos evidente, aunque bien podría ser ‘El largo Halloween’. La complejidad de esa novela gráfica implica a un mayor número de personajes, pero parte de la estructura básica de la historia en las viñetas está presente en la película. ‘El largo Halloween’ y ‘El Caballero Oscuro’ presentan la unión de Batman, Jim Gordon y Harvey Dent para llevar ante la Justicia a los líderes de la mafia de Gotham. En la novela gráfica, una de las artimañas que utilizan es falsear la muerte de Dent. En la película, en cambio, es Gordon quien pasa por ese trance. El descenso a los infiernos de Dent está presente en ambas historias. También su transformación en Dos Caras, aunque la película juega con el origen en el cómic y deja que Dent salga victorioso de la vista en la que el aficionado más clásiconespera que nazca Dos Caras. La novela gráfica finaliza con una frase que Nolan utiliza en la
película, “Yo creo en Harvey Dent”, aunque el significado en ambos guiones es bien distinto.
De la historia originaria del Joker, publicada en el ya muy lejano de 1940, en el número 1 de la colección de Batman, Nolan ha tomado prestados muchos elementos. Tanto en la película como en ese cómic, el villano anuncia sus crímenes públicamente antes de cometerlos, se disfraza de policía para cometer una de sus fechorías (en la película para matar al alcalde, en el cómic a un juez) y emprende una alocada carrera de asesinatos sin necesidad de sacar beneficio propio. Incluso el final de ambas historias tiene similitudes. El Joker cae al vacío (en el cómic a causa de un puñetazo de Robin, personaje que, por cierto, Christian Bale no quiere ver ni en pintura en estas adaptaciones cinematográficas), pero Batman le salva de una muerte segura.
Teniendo al Joker como protagonista, era inevitable introducir alguna referencia a ‘La broma asesina’, el particular (adorado por los fans, criticado por su propio autor) acercamiento al origen del Joker. De esa novela gráfica queda el intento de llevar hasta el límite a uno de sus enemigos. Moore utilizó al Joker para presionar a Gordon (secuestrándole y lisiando a su hija Barbara, que es en realidad Batgirl), Nolan ha hecho lo propio con Dent (destrozando la imagen de ‘caballero blanco’ de Gotham en la que Batman ve un rayo de esperanza para la ciudad). Los imitadores de Batman que aparecen en el filme encuentran reflejo en las viñetas en ‘El Regreso del Señor de la Noche’, de Frank Miller, y también en una historia algo más desconocida, ‘Fe’, publicada en la colección ‘Leyendas de Batman’. Y cuando Batman rescata al final de la película al hijo de Jim Gordon, es inevitable recordar el clímax de ‘Año Uno’.
La narrativa de ‘El Caballero Oscuro’ también parece más cercana al cómic que al cine. Nolan abandona por completo la estructura clásica de tres actos y aborda un relato tan caótico como la trama que está contando. El caos trasciende lo temático y afecta a lo estructural. No hay un solo climax, sino que ya desde la primera escena (tremendamente influenciada por ‘Heat’, de Michael Mann) plantea picos de intensidad muy elevados. La película podría finalizar con la detención del Joker, pero nada más lejos de la realidad. También podría ser un final el nacimiento de Dos Caras, pero tampoco. La lucha final entre Batman y el Joker tampoco culmina la historia. Todo acaba encajando, pero lejos de la estructura que el espectador puede esperar.
El principal cambio visual de la película está en el traje de Batman. Todas las películas han innovado en el vestuario del héroe, pero es la primera vez que se da una explicación dentro de la película. Un Batman más experimentado busca un traje que le otorgue mayor movilidad. Eso es lo que Bruce Wayne le pide a Lucius Fox en una de las escenas de la película. Y con el nuevo traje, se acaba con unas de las grandes limitaciones que tenía el disfraz: el giro del cuello. “Poder mover la cabeza cuando te has pasado siete meses sin poder hacerlo (en el rodaje de la primera), es algo realmente importante”, confesó Christian Bale. El traje de la secuela, además, era mucho más ligero que el de la cinta original.
El otro gran añadido a la película está en el Batpod. El Batmóvil, el magnífico Acróbata que se vio en la primera entrega, sigue ahí, y protagoniza una gran escena de persecución, pero el nuevo vehículo motorizado de dos ruedas cobra mayor protagonismo. Tanto es así, que Warner decidió darle el protagonismo de uno de los carteles de la película. Nada rompe la continuidad visual con respecto a ‘Batman begins’, tampoco la música, que vuelve a unir a dos genios del panorama de las bandas sonoras del cine norteamericano, Hans Zimmer y James Newton Howard. La gran aportación que hacen en la secuela es un tema de dos notas para el Joker, tan inquietante como el trabajo de Heath Ledger. “Lo peor que podría haber hecho es apartarme de ese camino y no ser riguroso con la interpretación”, afirmó Zimmer.
La narrativa de ‘El Caballero Oscuro’ también parece más cercana al cómic que al cine. Nolan abandona por completo la estructura clásica de tres actos y aborda un relato tan caótico como la trama que está contando. El caos trasciende lo temático y afecta a lo estructural. No hay un solo climax, sino que ya desde la primera escena (tremendamente influenciada por ‘Heat’, de Michael Mann) plantea picos de intensidad muy elevados. La película podría finalizar con la detención del Joker, pero nada más lejos de la realidad. También podría ser un final el nacimiento de Dos Caras, pero tampoco. La lucha final entre Batman y el Joker tampoco culmina la historia. Todo acaba encajando, pero lejos de la estructura que el espectador puede esperar.
El principal cambio visual de la película está en el traje de Batman. Todas las películas han innovado en el vestuario del héroe, pero es la primera vez que se da una explicación dentro de la película. Un Batman más experimentado busca un traje que le otorgue mayor movilidad. Eso es lo que Bruce Wayne le pide a Lucius Fox en una de las escenas de la película. Y con el nuevo traje, se acaba con unas de las grandes limitaciones que tenía el disfraz: el giro del cuello. “Poder mover la cabeza cuando te has pasado siete meses sin poder hacerlo (en el rodaje de la primera), es algo realmente importante”, confesó Christian Bale. El traje de la secuela, además, era mucho más ligero que el de la cinta original.
El otro gran añadido a la película está en el Batpod. El Batmóvil, el magnífico Acróbata que se vio en la primera entrega, sigue ahí, y protagoniza una gran escena de persecución, pero el nuevo vehículo motorizado de dos ruedas cobra mayor protagonismo. Tanto es así, que Warner decidió darle el protagonismo de uno de los carteles de la película. Nada rompe la continuidad visual con respecto a ‘Batman begins’, tampoco la música, que vuelve a unir a dos genios del panorama de las bandas sonoras del cine norteamericano, Hans Zimmer y James Newton Howard. La gran aportación que hacen en la secuela es un tema de dos notas para el Joker, tan inquietante como el trabajo de Heath Ledger. “Lo peor que podría haber hecho es apartarme de ese camino y no ser riguroso con la interpretación”, afirmó Zimmer.
Lo que aparenta ser las calles de Gotham, como ya sucedió en ‘Batman Begins’, es en realidad Chicago, convenientemente disfrazada con numerosos elementos que trasportan al espectador a la ficticia ciudad en la que se desenvuelve el héroe. En esta ocasión, el escenario exótico del filme, y también del rodaje, es Hong Kong, donde transcurre una de las subtramas del filme. Durante la filmación de la película en Londres, se produjo la muerte de un técnico de efectos especiales, Conway Wickliffe. El 4x4 en el que viajaba durante una prueba para una escena con especialistas, se estrelló contra un árbol. Los hechos no se produjeron durante el rodaje de escena alguna, por lo que ninguno de los actores se vió involucrado. Este accidente, sumado a la posterior muerte de Heath Ledger (la película está dedicada tanto al actor como al técnico), el incidente que tuvo Christian Bale en la promoción del filme en la capital británica (se publicaron noticias de que había agredido a su madre y a su hermana, pero no hubo cargos contra el actor y todo ha quedado en una confusa información de la que nunca se volverá a escuchar nada) y el accidente de coche que tuvo Morgan Freeman ya después del estreno, hizo planear la sombra de película maldita sobre ‘El Caballero Oscuro’. Pero nada más lejos de la realidad, como se encargaron de confirmar los espectadores con una más que entusiasta recepción del filme.
Y es que, a la espera de saber si habrá valor para incluir ‘El Caballero Oscuro’ en las nominaciones de los principales premios y sumándose a la magnífica acogida de la crítica, los récords de recaudación en Estados Unidos han ido cayendo uno por uno. Superó en número de copias a la tercera entrega de ‘Piratas del Caribe’ con 4.366. Se convirtió en la película que más dinero recaudó en un estreno a medianoche, con millón y medio de dólares más que ‘La venganza de los Sith’. Dejó atrás a ‘Spider-Man 3’, tanto en el mejor día (66,4 millones de dólares) como en el mejor fin de semana de estreno (158 millones). Y es la película que más rápidamente ha alcanzado la casi inalcanzable barrera de los 400 millones de dólares, en tan sólo 18 días, récord que le ha arrebatado a ‘Shrek 2’.
Incluso en el formato IMAX ha batido récords. Para empezar, se distribuyeron casi un centenar de copias sólo en Estados Unidos, y en apenas siete semanas ya se colocó como la película más taquillera en estas salas especiales, superando el registro que tenía ‘Polar Express’ en más de 50 millones de dólares.
Y es que, a la espera de saber si habrá valor para incluir ‘El Caballero Oscuro’ en las nominaciones de los principales premios y sumándose a la magnífica acogida de la crítica, los récords de recaudación en Estados Unidos han ido cayendo uno por uno. Superó en número de copias a la tercera entrega de ‘Piratas del Caribe’ con 4.366. Se convirtió en la película que más dinero recaudó en un estreno a medianoche, con millón y medio de dólares más que ‘La venganza de los Sith’. Dejó atrás a ‘Spider-Man 3’, tanto en el mejor día (66,4 millones de dólares) como en el mejor fin de semana de estreno (158 millones). Y es la película que más rápidamente ha alcanzado la casi inalcanzable barrera de los 400 millones de dólares, en tan sólo 18 días, récord que le ha arrebatado a ‘Shrek 2’.
Incluso en el formato IMAX ha batido récords. Para empezar, se distribuyeron casi un centenar de copias sólo en Estados Unidos, y en apenas siete semanas ya se colocó como la película más taquillera en estas salas especiales, superando el registro que tenía ‘Polar Express’ en más de 50 millones de dólares.
Nolan decidió rodar hasta seis secuencias de acción de la película en este formato (iban a ser cuatro, pero el director se mostró fascinado por la posibilidad de ampliar el número) y, de hecho, una de las primeras fotografías que se distribuyeron de la producción fue de la grabación en IMAX.
Tras permanecer cuatro semanas consecutivas como película mástaquillera (algo que no se conseguía desde ‘El retorno del Rey’, la tercera entrega de ‘El Señor de los Anillos’) y tras superar a ‘La guerra de las galaxias’ original, ya es la segundapelícula más taquillera de todos los tiempos en territorio americano, superando los 500 millones de dólares, pero todavía muy lejos de los 600 de ‘Titanic’, que los expertos consideran imposibles de alcanzar. Con el mercado internacional todavía dando mucho dinero, ‘El Caballero Oscuro’ ha recaudado ya en torno a los 1.000 millones de dólares (y tiene un presupuesto de unos 150), lo que le sitúa ya en la novena posición en la lista de las películas que más dinero han ganado en toda la historia del cine. Y con mucho camino todavía por recorrer. En Estados Unidos, el estreno se produjo el 14 de julio (y las entradas se pusieron a la venta nada menos que casi un mes antes, el 20 de junio). La película no llegó a España hasta el 13 de agosto, y en algunos países como Alemania tuvieron que esperar incluso una semana más, hasta el día 21. ¿Tanta diferencia pudo propiciar que demasiada gente se bajara la película de Internet? Probablemente, pero ‘El Caballero Oscuro’ también pasará a la historia por ser una de las películas que mayor seguridad han disfrutado... aunque sea durante un efímero periodo de tiempo.
Tras permanecer cuatro semanas consecutivas como película mástaquillera (algo que no se conseguía desde ‘El retorno del Rey’, la tercera entrega de ‘El Señor de los Anillos’) y tras superar a ‘La guerra de las galaxias’ original, ya es la segundapelícula más taquillera de todos los tiempos en territorio americano, superando los 500 millones de dólares, pero todavía muy lejos de los 600 de ‘Titanic’, que los expertos consideran imposibles de alcanzar. Con el mercado internacional todavía dando mucho dinero, ‘El Caballero Oscuro’ ha recaudado ya en torno a los 1.000 millones de dólares (y tiene un presupuesto de unos 150), lo que le sitúa ya en la novena posición en la lista de las películas que más dinero han ganado en toda la historia del cine. Y con mucho camino todavía por recorrer. En Estados Unidos, el estreno se produjo el 14 de julio (y las entradas se pusieron a la venta nada menos que casi un mes antes, el 20 de junio). La película no llegó a España hasta el 13 de agosto, y en algunos países como Alemania tuvieron que esperar incluso una semana más, hasta el día 21. ¿Tanta diferencia pudo propiciar que demasiada gente se bajara la película de Internet? Probablemente, pero ‘El Caballero Oscuro’ también pasará a la historia por ser una de las películas que mayor seguridad han disfrutado... aunque sea durante un efímero periodo de tiempo.
Para encontrar una copia de la película en la Red, después de que se proyectara por primera vez, hubo que esperar 36 horas. No es demasiado tiempo, pero en Hollywood se cree que sí, habida cuenta de ejemplos como ‘Hulk’, que estaba en manos de los piratas días antes de que la cinta de Ang Lee pudiera ser vista en cines. En España seguro que muchos han visto un screening, pero también es más que probable que todo el mundo haya repetido en una sala de cine. La película, sin duda, lo merece.
El futuro pasa ahora por una tercera entrega, que nadie duda que se pondrá en marcha casi enseguida, aunque el deseo de Nolan de dirigir una película más pequeña tras Batman Begins (en aquel caso, ‘El truco final’) quizá retrase algo más la llegada de la próxima película del vigilante de Gotham. El apoteósico éxito de taquilla que ha logrado ‘El Caballero Oscuro’ ya ha motivado a Warner a hablar de una segunda secuela, pero de momento no se sabe si Nolan estaría dispuesto a regresar al universo que ha revitalizado con su enfoque realista. Internet, en todo caso, es un hervidero de rumores y deseos. Hay quien habla del Acertijo, otros lo hacen de Catwoman. Lo que parece difícil, tras la muerte de Heath Ledger, es que el Joker vuelva a aparecer. Nolan, que se ha tomado unas largas vacaciones tras la promoción y por eso no ha confirmado nada todavía, ya aseguró durante el rodaje que no estaba pensando en una nueva secuela y que su intención era “crear a segunda mitad de la historia”.
Christian Bale, en cambio, sí parece dar por hecho que habrá una nueva película, y así lo ha dicho durante la promoción, pero también ha admitido lo difícil que será sustituir a Ledger. “No sé a quién vamos a poner de malo en la tercera entrega, pero lo va a tener jodido”, admitía pocos días antes del estreno. Eso sí, también planteaba a Nolan un reto: “No hay muchas terceras partes de una trilogía que hayan conseguido ser la mejor, y creo que es una buena razón para regresar. Hay otro desafío viendo el magnífico trabajo de Heath en ésta: ¿cómo creas un villano que le supere?”. Será por desgracia sin el Joker, pero seguro que habrá una tercera entrega. Historias de Batman no le van a faltar a Nolan y compañía. No en vano el personaje está a punto de cumplir 70 años.
Christian Bale, en cambio, sí parece dar por hecho que habrá una nueva película, y así lo ha dicho durante la promoción, pero también ha admitido lo difícil que será sustituir a Ledger. “No sé a quién vamos a poner de malo en la tercera entrega, pero lo va a tener jodido”, admitía pocos días antes del estreno. Eso sí, también planteaba a Nolan un reto: “No hay muchas terceras partes de una trilogía que hayan conseguido ser la mejor, y creo que es una buena razón para regresar. Hay otro desafío viendo el magnífico trabajo de Heath en ésta: ¿cómo creas un villano que le supere?”. Será por desgracia sin el Joker, pero seguro que habrá una tercera entrega. Historias de Batman no le van a faltar a Nolan y compañía. No en vano el personaje está a punto de cumplir 70 años.
Por Juan Rodríguez Millán
BATMAN 70 ANIVERSARIO PORTADAS